Los métodos efectivos que transformaron la realidad de ciudades como Medellín, Glasgow, Australia, Nueva York y Río de Janeiro, alejando la criminalidad de sus calles.
Medellín: Enfoque en vigilancia y espacios públicos
Hace más de dos décadas, Medellín, Colombia, enfrentaba una tasa alarmante de 86 homicidios por cada 100.000 habitantes. A través de cambios en las estrategias policiales, la recuperación de zonas controladas por criminales y una expansión en la red de cámaras de seguridad, logró reducir este índice en un 85% entre 2002 y 2014. Implementando el Modelo Nacional de Vigilancia por Cuadrantes y Proyectos Urbanos Integrales, la ciudad no solo transformó áreas conflictivas, sino que también mejoró la convivencia y la movilidad, destacando la rehabilitación de espacios públicos y una mayor participación comunitaria.
Glasgow: Enfoque multidisciplinario
Considerada anteriormente como “la capital del crimen en Europa”, Glasgow logró una notable disminución del 50% en su tasa de homicidios en 2008. La Iniciativa Comunitaria para Reducir la Violencia (CIRV) trazó un mapeo detallado de pandillas y convocó a más de 600 miembros a participar en un programa multidisciplinario. Ampliaron penas por posesión de cuchillos y adoptaron un enfoque que trató la delincuencia como un problema de salud pública, ofreciendo a la juventud alternativas a través de programas deportivos, educativos y sociales.
Australia: Enfoque en el control de armas
Con el 75% de homicidios en América Latina asociados al uso de armas, Australia, tras una serie de tiroteos masivos en la década de los 90, implementó el Acuerdo Nacional de Armas de Fuego en 1996. Este acuerdo incluyó una iniciativa de recompra de armas a gran escala que resultó en la recolección y destrucción de más de 820.000 armas, disminuyendo en un 50% las muertes por armas de fuego en los siguientes 22 años.
Nueva York: Analítica del crimen
En los años 80, Nueva York enfrentaba una alta tasa de homicidios y delitos. Con la implementación del sistema CompStat en 1994, se logró identificar patrones delictivos y zonas de alto riesgo, permitiendo a las fuerzas de seguridad enfocar recursos para prevenir y reducir crímenes. La adopción de la estrategia de “tolerancia cero” y la teoría Broken Windows alentaron a atacar delitos menores para prevenir otros más graves, lo que resultó en una disminución drástica en los índices delictivos.
Río de Janeiro: Enfoque en recuperación territorial
En Río de Janeiro, la estrategia se centró en las favelas controladas por grupos criminales. Las Unidades de Policía Pacificadora (UPP) ingresaron, manteniendo presencia continua para desmantelar el control de estos grupos y promover iniciativas de prevención social del delito. Esta estrategia ha llevado a algunas favelas a tener tasas de homicidio nulas, iniciando procesos de recuperación comunitaria.
En Argentina, la Policía de la Ciudad inauguró un Centro de Monitoreo Urbano similar al de Nueva York en 2017. Expertos señalan que en América Latina se han implementado estrategias exitosas que han modificado las prácticas policiales y mapeado el crimen en tiempo real, contribuyendo a una reducción significativa de la violencia urbana.
Fuentes consultadas:
- https://blogs.iadb.org/sinmiedos/2017/07/10/gestion-capacitacion-datos-las-claves-mejorar-la-seguridad-ciudadana-argentina/
- https://www.lanacion.com.ar/2141579-de-capitales-del-delito-a-ciudades-modelo-claves-para-reducir-la-violencia-urbana
- https://imco.org.mx/seguridad/que-hace-segura-una-ciudad/
- https://colombiadigital.net/actualidad/articulos-informativos/item/8627-que-hace-a-una-ciudad-mas-inteligente-y-mas-segura.html